Los Bifertinos

Que no os confunda la hora de abajo a la izquierda de la imágen. No eran las 21:14 del 11 de Octubre, si no las 0:00 del 14 del mismo mes. Disculpad a la cámara, pues hasta los aparatos electrónicos más modernos se estremecen en rituales como este que voy a relatar...

Como iba diciendo era la medianoche de un recién llegado 14 de Octubre del 2007. Todo transcurría tranquilamente en el municipio de Alfambra. La gente de bien dormía hacía rato en sus cálidos hogares, otros compartían risas y rondas de cubatas en el Bar de Paco... incluso algunos paseaban al frío de la noche. Ninguno de ellos podía imaginarse lo que se tramaba en una oscura estancia de un todavía más oscuro callejón del municipio, vamos, que no se veía ni tres.
Dentro lo que hace tiempo fue un gallinero, 4 hombres ataviados de forma extravagante y escondidos bajo sus capuchas se disponían a despertar uno de los más antiguos actos de paganismo que la historia ha podido conocer y conoce.

Todo se remonta a los tiempos del Gran Diluvio Universal. En un lugar del mundo de cuyo nombre no quiero acordarme porque no me da la gana, un grupo de jóvenes que estaban hasta el pene de beber agua comenzaron a mezclar líquidos extraños, pócimas de lugares lejanos, algunos hierbajos y demás ingredientes que el tiempo no ha llegado a conservar, salvo en un círculo muy pero que muy pequeñito de privilegiados. Y así fue como se destiló la primera botella de Beefeater. El por qué de ese nombre es más simple de lo que muchos piensan. Las malas lenguas hablan que surgió a partir de la formación de una guardia para las joyas de la Corona Británica, y sin embargo como veremos más tarde, fue al contrario. El nombre de Beefeater fue elegido por aquellos que destilaron la primera botella, también conocidos como "Los Primeros", de entre otros tantos nombres como "Licor 43", "Coca Cola", "La Casera", "Horchata La vaca que ríe",... y otros muchos nombres que no lograron ser honrados con tal distinción.
Tras aquel acontecimiento la esperanza y el jolgorio volvió a los corazones de los hombres que podían disfrutar de tal preciado líquido. Tal fue el impacto que se olvidaron viejas creencias y se comenzó a adorar al nuevo líquido con el que se les había agraciado (nos ha jodío, te manda Dios el diluvio universal y te vas a poner a dar palmas). Se les conocía como los "Bifertinos", gente de buen corazón y valiente que amaba la vida por encima de todo. Para proteger lo más preciado para ellos, crearon una guardia personal para "Los Primeros" y su Beefeater. A estos aguerridos defensores se les llamó los "beefeaters", si, ya lo sé, por entonces no andaban muy bien de originalidad.
Así pues se organizaban rituales y sacrificios en honor al nuevo ídolo, la botella de Beefeater. Pasaron siglos y siglos en los que cierto número de personalidades continuaban los ritos guardando a buen recaudo la divina botella. Pero en esto llegaron unos holandeses muy pitos ellos, y en su afán por extender el culto a otras gentes, fabricaron otras muchas botellas. La gente se lanzó como poseída a por ellas llegando a dar sus honorarios para poder costearlas. Y así se fue todo a la eme. Los holandeses se forraron con su nuevo negocio y ya todo el mundo consumía y bebía montones y montones de botellas sin ni siquiera una plegaria antes de comenzarlas, un sacrificio o una simple adoración a la semana. De nuevo nos topamos con la Iglesia, que prohibió cualquier tipo de culto hacia las botellas de Beefeater bajo pena de muerte. Aquellos valerosos guardianes de la Botella comenzaron a venderse al mayor postor, que no fue otro que la reina de Inglaterra, de ahí que ahora guarden la Torre de Londres.

Todo aquel saber, aquel respeto y aquella gloria se perdió... hasta ahora. Aquellos 4 encapuchados no eran más que descendientes de una rama muy antigua de hombres. Hombres que no perdieron la fé y transmitieron de generación en generación la gran gloria de Los Primeros y La Botella. Pero no estan solos, hay más. Cada cierto tiempo se reunen en el mismo sitio para venerar la recién hallada "Botella de Los Primeros". Realizan plegarias, cánticos y bailes en su honor. Ríen y recuerdan viejos tiempos, para más tarde descargar su furia con las nefastas imitaciones de la gran reliquia que guardan.
Escribo esto pues no debe caer en el olvido que por siempre habrá un grupo de hombres que guardarán los grandes conocimientos de Los Primeros. Hombres valientes de buen corazón unidos hasta la muerte. Son la reencarnación de los Bifertinos, son... EL GALLINERO!!!!